A que nunca pensaste que iba a llegar este mail.
Todo comienza con estas imágenes que van adjuntas pero que me gustaría poder insertar en este espacio, desde el teléfono desconozco si siquiera se puede. Seguro que con un iphone podría (era re densa).
Así que lee este párrafo, mirá las imágenes adjuntas y después lee el resto.
Esas imágenes son del y desde el ventanal del departamento que alquiló mi mamá en Miramar. Como sabes y podrás ver, da al mar, a la playa misma.
Todo empezó a formarse en mi cabecita cuando estaba por vestirme mirando al mar y me di cuenta que la gente en la vereda y la gente en la playa no estaban taaan lejos.
"Verme me ven seguro, pero verán detalles o sólo un torso desnudo?" pensé.
Me desvestí igual y me quedó dando vueltas en la cabeza.
Me quedó dando vueltas en la cabeza la idea de coger con el mar infinito de fondo. Coger contra el cielo. Que me cojas contra el vidrio frío y con toda esa gente en la playa y esa otra con sus carritos playeros alquilados por la vereda de la costanera siete pisos por debajo nuestro.
Apenas nos pueden ver, apenas se escuchan nuestros gemidos, tenemos lo mejor de los dos mundos, privacidad y voyeurs a nuestra disposición pero sin invadir nuestro espacio.
Somos malos y al mismo tiempo poéticos cogiendo por sobre la línea del horizonte, dónde también se unen el mar y el cielo.
Short and sweet.
C.
(*mail a Javi durante mis vacaciones)
